EVA

Eva es una película española de 2011 dirigida por Kike Mailló que destaca por su temática de ciencia ficción que no es muy habitual en el cine español.

Esta película está ambientada en el 2041 en un pueblo llamado Santa Irene. En esta sociedad del futuro, los robots están totalmente integrados en la vida de los humanos. Álex, ingeniero cibernético, regresa a este pueblo con el propósito de terminar el proyecto que abandonó hace 10 años: crear un niño robot. Mientras trabaja en este proyecto conoce a Eva, su sobrina, a quién toma como modelo para su trabajo sin saber que la niña es ya un robot.

Como ya se ha mencionado, en la sociedad que nos presenta la película los robots están totalmente integrados y podemos ver muchos ejemplos de ellos en el fondo de muchas de las escenas. A la mayoría de estos robots no se les presta demasiada relevancia, ya que parecen ser simples robots con inteligencia específica creados para ayudar a los humanos en ciertas tareas.

A parte de estos robots sí que encontramos inteligencia artificial en otras formas mucho más interesantes. Una de estas formas se presentan en los animales como los caballos en los que están trabajando los estudiantes de robótica y en el gato de Álex. La inteligencia que poseen estos animales es relativamente sencilla y sí que podría ser posible reproducirla hoy en día aunque todavía no hemos alcanzado el nivel mecánico suficiente para que los movimientos de estos robots se asemejen a la agilidad de los animales originales.

Otro de los robots que más llama la atención es Max. Max es una básicamente un robot mayordomo con apariencia totalmente humana aunque sus movimientos y su manera de hablar nos indican claramente que se trata de un robot. Max está programado para ayudar a su “amo” en todo lo posible, desde las tareas más simples de la casa hasta apoyo emocional. Max es capaz de dar consejos y siente curiosidad por el bienestar de Álex. Pero una de sus características más interesantes son sus niveles emocionales: este tipo de robots tienen una escala de emociones que se puede regular dependiendo de las necesidades y de la voluntad del dueño. Así vemos en la película cómo Álex baja el nivel emocional de Max cuando éste le empieza a parecer molesto y lo vuelve a subir cuando se encuentra sólo emocionalmente.

Todos estos robots tienen inteligencia artificial en menor o mayor grado, pero hay dos robots que tienen una completa inteligencia artificial: Eva y el prototipo de robot niño. Los dos son prácticamente humanos. La única diferencia es que Eva sí que tiene apariencia humana. Eva llega a ser tan humana que ni si quiera Álex, que se dedica a crear robots, se da cuenta de que la niña no es humana aunque sí que puede reconocer lo especial que es. Eva y el prototipo son capaces de sentir todo tipo de emociones humanas, forman memorias a través de sus experiencias, aprenden, tienen curiosidad, etc. El problema con Eva y el prototipo parece ser que pueden mostrar acciones violentas en ciertas ocasiones, aunque en la película no se llega a demostrar del todo si son verdaderamente peligrosos ya que muchos humanos también pueden cometer este tipo de acciones sin ser tachados de peligrosos.

El hecho de que Eva cometa una de estas acciones violentas y sea la culpable de la muerte de su madre nos lleva a una de las cuestiones éticas que nos puede plantear esta película: el cariño hacia los robots. Tanto Álex como los padres de Eva la quieren. Por ese motivo no le dicen lo que es en realidad y esto acaba terminando con la vida de Eva y de su madre. Por lo tanto se nos plantea la idea de hasta que punto sería beneficioso encariñarse con un robot, con algo que sabemos que no es cómo nosotros aunque sí que lo sintamos así.

Otro aspecto interesante que se menciona en la película es que los robots puedan tener una especie de “alma”. Cuando dos estudiantes desconectan al caballo en el que están trabajando, Álex menciona que lo “han matado”, porque aunque lo vuelvan a conectar, el caballo no será el mismo. La mención de esta especie de alma hace que los robots sean tratados más como seres vivos y como humanos, capaces de sentir amor, dolor y de ser únicos.